Friday, April 19, 2013

El arte griego

LAOCOONTE Y SUS HIJOS

    Se trata de una obra original, realizada por tres artistas de la misma familia, pertenecientes a la Escuela de Rodas: Polidoro, Agesandro y Atenodoro.

    Es una obra del período helenístico (S.IV- I. a.C.). En concreto, esta copia del
Museo Vaticano es del Siglo I a.C., es una copia romana de un original (realizado en bronce) probablemente de los siglos III o IV a.C.
Es una obra de gran volumen realizada en mármol. El volumen de la obra es reforzado por el movimiento y la tensión de la escena. El grupo está concebido para ser visto de frente, y no para que el espectador de la vuelta en torno a él.
El personaje central, Laocoonte, de mayor tamaño, destaca por su estudio anatómico y del rostro. En cuanto a su postura, parece apoyarse en el asiento, del que cuelgan unos rígidos ropajes.
Tiene la pierna derecha doblada y la izquierda retrasada, acentuando la idea de tensión.
    La composición se puede considerar triangular. Las figuras laterales, los hijos de Laocoonte se abren en forma de ángulos rompiendo la verticalidad. No obstante, los tres personajes están perfectamente interrelacionados y entrelazados por la línea que describe la serpiente. El movimiento forzado y la tensión del conjunto se acentúan por la disposición de las serpientes que, con sus anillos de formas sinuosas con curvas y contracurvas a la vez cierran y abren el conjunto. El cuerpo desnudo de Laocoonte es un perfecto estudio anatómico, se trata de la anatomía de un atleta ya maduro, casi decadente, pero con una musculatura muy desarrollada, que contrasta con los cuerpos menos expresivos y más clásicos de sus dos hijos.
    
    Podemos apreciar las rugosidades y texturas de la piel. En cuanto a los rizos en barbas dan efecto de relieve de claroscuro. Además, los cabellos acentúan los efectos de luz y sombra. Los rostros y gestos son muy expresivos, reflejando miedo y dolor. Pero lo gestual y emotivo no sólo están en los rostros, sino en los cuerpos en movimiento.
    El grupo escultórico describe un pasaje de la Eneida de Virgilio. Este expresa la cólera de los dioses y los castigos crueles que éstos pueden poner a los pobres mortales. Simboliza el enfrentamiento entre las fuerzas poderosas de lo incomprensible y la impotencia humana. En este caso, el sacerdote troyano de Apolo, es castigado por exhortar a sus compatriotas a no aceptar el Caballo de Troya como regalo de los griegos; los dioses al ver frustrados sus planes de destruir Troya,enviaron dos gigantescas serpientes de mar para que se apoderaran del sacerdote y de sus dos desafortunados hijos y los estrujaran entre sus anillos. En el rostro de Laoconte se puede apreciar el dolor, no sólo físico, sino el moral al verse impotente y no poder hacer nada por sus hijos inocentes.
 
    El Laocoonte, en efecto se descubrió en Roma en 1506. Ese mismo año se le añadió a la figura del sacerdote un brazo de cera, poco afortunado porque rompía la estructura compositiva original. Más adelante, ya en el S. XVIII, el brazo se copió en terracota y poco más tarde en mármol. No obstante, se hicieron dos copias de la pieza poco después de ser descubierta.
    Relacionamos esta obra con el contexto histórico: La muerte de Alejandro Magno en el 323 a.C. va a suponer la perdida de la unidad de acción del mundo griego: sus generales se repartían en trozos su inmenso Imperio y surgirán monarquías hereditarias en Egipto, Siria, Macedonia, Pérgamo... En estos momentos se va a producir una fusión entre la cultura griega y los gustos orientales. Ahora las obras las encargarán estos ricos monarcas o grandes generales, con un gran afán propagandístico, con el deseo de mostrar su poder y su lujo. Van desapareciendo progresivamente los ideales de belleza, armonía y equilibrio del clasicismo griego. Todo este es claramente apreciable en esta obra, así como el desequilibrio y el sentido de crisis y decadencia que supone el Helenismo dentro de la civilización griega, próxima a ser dominada por Roma.

Información recopilada de las siguientes fuentes:

Historia del Arte. Editorial ECIR. Bachillerato.



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